Tras
seis largos meses de trabajo creo que ha llegado el momento de hacer un pequeño
balance de lo hecho hasta este momento. Creo que es el momento perfecto para
hacerlo dado que hemos acabado la primera vuelta de la fase regular con el
infantil que llevo esta temporada.
Empezaré,
precisamente, con este equipo. Hace ya seis meses que empezábamos con una
pretemporada más, con un grupo de trabajo que creíamos muy potente y con muchas
ganas. Es habitual que con el paso de los meses esas ganas, esa actitud
positiva, esas buenas intenciones se vayan diluyendo y den paso a la rutina
diaria con un marcado bajón en la intensidad de los entrenamientos, en el
trabajo y en el pensamiento de los jugadores y entrenadores.
Como
todos los equipos, creo que hemos tenido altibajos en este tiempo aunque
después de seis meses creo que tenemos todo lo que necesitamos para afrontar el
resto de temporada con la actitud correcta, con la intensidad necesaria y con
el trabajo adecuado para conseguir los objetivos que nos hemos fijado. ¿Y qué
objetivos son esos? Pues trabajo para terminar cada partido satisfechos de lo
que hemos hecho en la pista, haber podido competir con todo el mundo y, porqué
no decirlo, ganar. Creo que todos y cada uno de los que formamos parte de este
grupo tenemos claro que queremos mejorar cada día, que queremos divertirnos en
la pista, que queremos obtener algo más que un resultado en cada partido pero
además de eso queremos, porque el grupo lo permite, ganar. Mucho se habla sobre
la formación y la competición y quizás no nos pondremos de acuerdo en el nivel
de formación y de competición cuando te encuentras jugando en la categoría
infantil nivel A-1. Entiendo que es posible formar y competir, lo he dicho en
más de una ocasión. Es obvio que todos los equipos que llegan a este punto y a
este nivel trabajan la formación pero también compiten para ganar.
Nuestro
último partido era con el mejor rival posible y campeón de la
Mini Copa infantil disputada hace una
semana, el FC Barcelona Regal. El partido se presentaba difícil, muy difícil. Ellos son muy grandes y
físicamente superiores a nosotros y a todos los equipos de la competición. Ellos
habían cerrado marcador ante todos los equipos menos ante un Cornellà que les
puso las cosas muy difíciles y les hizo emplearse a fondo para acabar ganando
solamente por 4 puntos (92-96). Nosotros veníamos de perder la semana anterior
en la pista de Cornellà precisamente, y tan sólo por 7 puntos (58-51).
Encarábamos
el partido con muchas ganas y con la idea clara de que podíamos competir con
ellos (probablemente éramos los únicos que creíamos eso). El partido empezó con
buenas acciones por parte de los dos equipos, buenas defensas y una intensidad
inmensa por parte de ambos equipos. La primera parte acabó con resultado de solamente
8 puntos de desventaja para nosotros y el pensamiento, ahora si, de todos de
que podíamos disputarles el partido en la segunda parte.
Siguió
la igualdad en el marcador aunque siempre con ventaja visitante hasta el inicio
del séptimo período en que se fueron en el marcador alcanzando los 16 puntos de
ventaja. En ese momento bajamos los brazos y permitimos que la diferencia, ya
en el último período se ampliase hasta los 29 puntos de diferencia final (54-83).
Creo
que el único error que cometimos fue bajar los brazos en los dos últimos períodos
como también creo que la diferencia real entre los dos equipos no es de más de
15 puntos como mucho. La sensación que nos quedó después del partido a todo el
cuerpo técnico fue de satisfacción por el trabajo realizado en la pista durante
muchos minutos pero al mismo tiempo de un regusto amargo por los dos últimos
períodos en que no reconocimos a nuestro equipo en la pista. Cuando dejamos de
ser nosotros mismos el partido se puso a favor del equipo visitante.
Llegados
a este punto y después de hablar todos del partido y del trabajo hecho en este
y en el resto de partidos de esta primera vuelta tengo la convicción de que
tenemos por delante lo mejor de la competición y lo mejor de este grupo por
descubrir. Empezamos el próximo domingo una segunda vuelta en que, creo, vamos
a dar lo mejor de cada uno. Sólo me queda creer eso después de ver la reacción
de los jugadores después del partido y en el siguiente entrenamiento.
Estamos
terminando febrero y estoy, en este momento, más seguro que nunca de este grupo
de jugadores, de la motivación que tienen por conseguir algo esta temporada y
del trabajo que van a hacer para lograrlo. Nos queda lo mejor!
Tras
el balance del infantil voy a hacer lo mismo con el premini que entreno esta
temporada. Evidentemente nada que ver una cosa con la otra salvo en un punto en
que coinciden ambos equipos: la motivación ante el trabajo que hacemos cada día
en los entrenamientos.
El
premini es un equipo diferente, cuando los cogí en junio pasado había un grupo
de jugadores de diferentes niveles, ya que algunos habían jugado en el premini A
el año anterior, otros en el premini B y otros venían de equipos de fuera del
club. Teníamos un trabajo importante que hacer para intentar que todos
adquiriesen una serie de conocimientos de los que carecían en ese momento. Conceptos
básicos que ha costado mucho pero que finalmente todos han asimilado en mayor o
menor medida y que nos han llevado a una evolución importante que, sobretodo en
las tres últimas semanas, hemos podido apreciar.
Este
último fin de semana jugábamos nuestro partido en casa ante un rival que a
ellos les producía mucho respeto por el nombre que llevan, Joventut de
Badalona. Aunque el equipo que nos visitaba era el premini C del Joventut para
nuestros pequeños jugadores era un importante partido ya que jugaban contra la “Penya”.
El partido fue impresionante, desde el primer momento pudimos ver que todo lo
trabajado hasta ahora salía al momento en la pista y hacíamos cosas, icnluso,
que no hemos trabajado. La verdad es que una vez terminado el partido y
felicitados todos por parte de todas las personas que estaban viendo el partido
nos dimos cuenta de que el trabajo que estamos haciendo día a día produce sus
frutos.
Estoy
extremadamente satisfecho de poder ver una serie de conceptos que nuestros
jugadores son capaces de asimilar y repetir en la pista y que el resto de
equipos no tienen. Y lo estoy porque, contrariamente a lo que veo cada fin de
semana, lo que menos nos preocupa es el resultado de los partidos. Estamos
trabajando cada partido sin mirar el marcador, solamente fijándonos en lo que hacemos
en la pista. Eso es fácil de hacer para nosotros, los entrenadores, pero pedir
eso a jugadores premini que tienen 8 ó 9 años y que lo entiendan y lo hagan y
no se fijen en el resultado del partido cuando todo su entorno no hace más que
preguntar si han ganado o han perdido constantemente, eso sí es admirable y
para felicitarlos.
Así
pues no puedo más que felicitar a los jugadores del premini A masculino de la UEM porque el trabajo que están
haciendo es extraordinario. Empiezan a saber ubicarse en la pista, utilizar los
espacios, buscar los cortes, trabajar los pases o tomar la decisión correcta en
función de la defensa. Creo que es bastante teniendo en cuenta cómo estábamos
en septiembre y cómo estamos ahora mismo.
Creo
que al final me he alargado un poco pero tenía la necesidad de expresar las
sensaciones que tengo en esta temporada. Estoy muy satisfecho del trabajo que
están realizando los dos equipos que tengo el placer de entrenar esta
temporada. Lo estoy porque por mucho que queramos los entrenadores, el trabajo
que hacen los jugadores lo hacen ellos y la motivación y la actitud ante el
trabajo la ponen ellos. Si ellos no quieren no mejoran.
Bueno,
pues nos queda lo mejor….
No hay comentarios:
Publicar un comentario