Estamos
acostumbrados en el mundo del deporte profesional a ver a individuos en la
grada o, desde hace un tiempo, en los platós de televisión que no dejan de
criticar y criticar a todo y a todos. Hay infinidad de programas actualmente de
tertulias en que se pone a los pies de los caballos a deportistas, entrenadores
y dirigentes. Todos estos opinadores tienen “su” razón aunque parece que sea la
auténtica verdad de todo. Hemos llegado a extremos lamentables en que parece
que todo vale con tal de criticar y malmeter. Al final lo que se está haciendo
es destruir.
Hasta
este momento solamente he hablado de deporte profesional pero ¿qué pasa en el
deporte de formación?
Bueno,
en el caso que me ocupa y teniendo claro que mi deporte, evidente, es el
baloncesto puedo afirmar que pasa algo parecido. Cada fin de semana veo y llevo
partidos de baloncesto de base y tengo que decir que hay una cantidad de
entrenadores de nivel en las gradas que me impresiona. Es lamentable ver cómo
continuamente y cada vez más se salta la figura del entrenador para decirle al
jugador lo que tiene que hacer. Si eso es así en la pista ¿cómo debe ser en
casa?
Es
habitual ver en la grada papás que indican constantemente a sus hijos lo que
tienen que hacer en la pista, corre, salta, pasa, tira, a ese no se la pases…
Los
hay que “solamente” indican a sus hijos, los hay que indican a todo el equipo e
incluso los hay que critican a los compañeros de equipo de sus hijos. Hay un
amplio abanico de posibilidades, desde los que “compran” al jugador con
cualquier tipo de premio por hacer tantos puntos hasta los que les dan hasta
dinero por puntos anotados. ¿De verdad creen que eso es bueno para la formación
del jugador?
En
esta temporada en que llevo dos equipos de formación, un premini i un infantil,
estoy viendo realmente que no vamos en la dirección correcta, estamos perdiendo
el norte. Por un lado se critica al entrenador de turno porque no hace lo que
cada uno cree que tiene que hacer y por otro lado se le dice al jugador lo que
debe hacer porque el entrenador no se entera.
Sería
bueno que cada uno hiciese su papel y de esta manera el jugador también podría
tener claro qué es lo que debe hacer en cada momento.
Hacía
años que no me veía obligado a llamar la atención a un jugador por estar
mirando a la grada para ver qué le están diciendo desde allí. Este año lo he
tenido que hacer en diversas ocasiones y con diferentes jugadores tanto en el
premini como en el infantil. Los papás deberían saber cual es su papel en este
sentido y dejar que el entrenador haga su trabajo y jugador disfrute de su
deporte. La cuestión es muy sencilla si no gusta el trabajo que hace el
entrenador, primero se habla con el entrenador, con el coordinador o con el
director técnico y si no se está de acuerdo se puede cambiar de club sin
problema al final de temporada. Lo peor del caso es que este trabajo que hacen
estos padres con los jugadores, habitualmente en casa, hace muy complicada la
tarea del entrenador en la pista, ya que un entrenador necesita que los
jugadores crean en él.
Dejo
aquí debajo un enlace a un vídeo que creo que es muy interesante y que refleja
lo que ocurre en las gradas de los pabellones cada fin de semana. El problema
es que cada vez pasa más…
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