lunes, 25 de noviembre de 2013

Sensaciones extrañas


Una mezcla de emociones y sentimientos se apoderaron de mí el pasado sábado. Como todos los sábados tenía partido con el mini que entreno esta temporada, hasta aquí nada diferente a lo que he hecho durante los últimos 30 años como entrenador. La diferencia estaba en que por primera vez iba a jugar un partido como visitante en la que fue mi casa durante las últimas 11 temporadas, el Palau Josep Mora en que juega la UEM, pero además lo iba a hacer ante un equipo que puedo decir que he “hecho yo”, ya que durante las dos últimas temporadas los he trabajado yo, prácticamente, desde cero. Los había cogido en premini haciendo un equipo con jugadores de dos equipos diferentes y alguno que llegaba de fuera sin apenas haber jugado antes y conseguimos un equipo en dos temporadas que jugaba a baloncesto. Sensaciones extrañas al ocupar el banquillo visitante, justo el contrario al que ocupaba no hace más de 5 meses.

Dos clubs han marcado mi vida deportiva, dos clubs que han sido muy importantes en mi formación como entrenador y como persona. El primero de ellos fue Bosco Horta de Barcelona, el club del colegio de los Salesianos de Horta, donde estuve durante unas 13 temporadas, primero como delegado, luego como entrenador y finalmente como coordinador. Éste fue el club en el que comencé mi formación como entrenador en el baloncesto. Fue el club que me vio crecer, el club que me dio la oportunidad de poder llevar un grupo de jugadores y el club que me permitió poder competir al más alto nivel en todas las categorías. De aquel club salieron personas importantes en el mundo del baloncesto como Joan Montes (Entrenador en el FC Barcelona en ACB y director de cantera en el mismo club) o Jordi Millera (Jugador ACB en diferentes equipos).

El otro club que ha marcado mi carrera deportiva ha sido la Unió Esportiva Mataró (UEM). Fui a parar a la UEM un mes de junio de 2002 cuando su Director Técnico, Albert Illa, me ofreció la posibilidad de llevar un mini masculino. Yo, por aquel entonces, entrenaba un cadete preferente en El Masnou y tuve que pedir permiso para poder entrenar en los dos clubs al mismo tiempo. No hubo problema y pude empezar a entrenar aquel mini. Un mini que con el tiempo y mucho trabajo se convirtió en el primer equipo masculino de la entidad que jugaba un Campeonato de España en categoría infantil. El primero y el último hasta el momento. La UEM me dio la oportunidad de poder entrenar a aquel equipo de jugadores que sorprendió a todo el mundo, empezando por mí mismo. De aquel mini todavía hoy tengo la oportunidad de trabajar con alguno de ellos como entrenadores. Es el caso de Albert Llanos o Víctor Morán, con quienes trabajo actualmente en Boet y con quienes estamos trabajando para poder incrementar el nivel de nuestros jugadores y equipos. El caso de Albert Illa, también es curioso puesto que actualmente comparte club conmigo como Director Técnico de la parte femenina en Boet.

Así pues, no es difícil imaginar la cantidad de recuerdos, imágenes y experiencias que se me pasaron por la cabeza el sábado cuando me disponía a llevar mi partido en el Josep Mora, esa instalación en la que he podido realizar toda una serie de actividades encaminadas siempre a impulsar el club en el que estaba trabajando. El partido en sí, aunque creo que fue el mejor partido que hemos jugado hasta el momento, no era importante ya que era otro partido más dentro de una temporada en la que estamos intentando cambiar la manera de entender el baloncesto de nuestros jugadores. Cosa que, aunque con muchísimo trabajo, empezamos a conseguir. Ellos empiezan a entender lo que hacen en la pista y para mí eso es vital en un jugador pero lo más importante de todo es que lo hacen con un cambio de actitud increíble y además se divierten jugando. Se puede pedir más?

Solamente me queda desear que la nueva etapa que emprendí esta temporada sea tan satisfactoria como las anteriores y en unos años pueda decir que fueron tres los clubs que marcaron mi carrera deportiva. Por trabajo no será y realmente creo que el éxito o no de cualquier empresa que realices reside en el trabajo y la persistencia. Hay que creer en lo que haces y hacer que todos los que te rodean también crean en ello. Solamente entonces puedes tener éxito en tus objetivos.

Seguiremos trabajando para lograrlo.

Si tienes un sueño, persíguelo!