martes, 12 de junio de 2012

¿Envidia?




Estoy viviendo otro final de temporada, otro final, como muchos otros desde hace ya 29 años, en el que intento empezar otra etapa con un nuevo grupo al tiempo que sigo con otro equipo al que he tenido el placer de entrenar durante la última temporada. En el caso del grupo con el que ya he trabajado esta temporada es un punto y seguido en el trabajo que planificamos hace justo un año, cuando cogimos las riendas de este premini que tantas satisfacciones nos ha dado.

En el caso del otro grupo, con el que empezamos a entrenar ahora, hay un importante trabajo que hacer en cuanto a composición del equipo, dado que hay algunas bajas obligadas de jugadores que son más jóvenes y deben quedarse a jugar con el grupo que sube a mini. Un trabajo importante que concluirá con la composición final del equipo de trabajo para las próximas temporadas.

Llegados a este punto de la temporada, tengo el placer de poder dirigir, por cuarto año consecutivo el Campus de verano que se organiza en el Colegio Sant Antoni de Pàdua (Salesians) de Mataró y que este año comparte organización con el club en el que desarrollo mi actividad como entrenador, la Unió Esportiva Mataró. Este campus, creo, tuvo el año pasado su mejor nivel de asistencia en los últimos años, cosa que me alegra mucho porque significa que debemos estar haciendo alguna cosa bien. Como todo, en este mundo del baloncesto, tiene detractores que aparecen cuando menos te lo esperas y de donde menos te lo esperas. Pienso que los hechos demuestran que las cosas se deben estar haciendo, por lo menos mejor que otros eventos de la misma índole que tenemos cerca, ya que en estos casos el nivel de asistencia ha bajado a diferencia del nuestro. Por esta razón me encuentro realmente satisfecho, tanto de la asistencia a nuestro campus como de los entrenadores y monitores que tengo, desde hace años trabajando en él. Estos entrenadores han demostrado con creces que lo que realmente les importa es el trabajo que hacen con los jugadores, y promocionan el campus todo lo que pueden porque realmente lo sienten así.

Es curioso que este año hayamos tenido una avalancha de peticiones para poder estar como entrenadores o como ayudantes en nuestro campus, hecho que también denota que debemos hacer algo bien aunque a algunos les pese.

Quería escribir este pequeño post porque, como en todo lo que funciona en este mundo del baloncesto, hay gente que se dedica a intentar intoxicar con acusaciones gratuitas que no vienen al caso y que lo único que demuestran es que existe una envidia hacia nuestro proyecto. Me hace creer todavía más en lo que hago tener este tipo de “interferencias” pero prefiero hablar con mi trabajo, que creo ha sido en estos 29 años todo lo correcto que he podido, nunca he engañado a nadie y creo que puedo ir con la cabeza bien alta porque siempre he puesto por delante la formación de todos los jugadores a los que he tenido el placer de llevar. Entiendo lo que hago como un trabajo de formación constante del jugador. Habitualmente llevo jugadores jóvenes que tienen por delante muchos años de baloncesto por lo que creo que el trabajo que hacen es importantísimo porque será la base sobre la que deberán trabajar para llegar a ser mejores jugadores y personas.

Me sorprende los cambios de actitud de la gente sin pararse a pensar en “sus” actos, tan sólo en los que hacen los demás sin valorar los que hacen ellos. ¿Solamente soy colega cuando la gente me sigue el rollo? ¿Podemos criticar a un “compañero” sin ningún tipo de miramiento porque no hace lo que yo creo ni como yo creo que se debe hacer? Cada uno hace lo que cree y por lo que cree. Con los años he aprendido que cualquiera te puede defraudar en el momento que menos te lo esperas pero también he aprendido que esas personas quizás no merecían la pena. La edad te enseña y te aporta experiencias, y te muestra las cosas que valen la pena de captar tu atención.

Algo debemos estar haciendo correctamente cuando las cosas funcionan como lo hacen.

Buenas vacaciones!!!

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