Han sido alrededor de 7 años en este espacio donde he ido contando y expresando mis opiniones sobre el baloncesto. El baloncesto que veo y el baloncesto que creo que debe ser. Siempre respetando todas las opiniones y maneras de hacer y desde la creencia de que aprendemos de todo y de todos si estamos abiertos a ello. Esa fue la razón por la que abrí este blog y esa es la razón por la que ahora continuaré haciendo lo mismo desde un nuevo espacio más dinámico y más moderno.
Muchas gracias a todos los que me seguís o me habéis seguido en algún momento en estos años. Nos vemos en Time Out
Debido a mis obligaciones no había
podido ver los anteriores partidos de la selección española en este Eurobasket
que se disputa en Francia, Alemania, Letonia y Croacia. Así, después del
partido de ayer ante Italia, decidí ver los otros dos partidos para poder
opinar con conocimiento de causa.
Mis conclusiones:
Vaya por delante que respeto muchísimo
el trabajo de todos los compnentes de la selección, desde lo jugadores al
entrenador pasando por todos y cada uno de los miembros del staff técnico.
Estamos ante una generación de
jugadores que ha dado mucho al baloncesto español. Estamos ante una generación
extraordinaria que tardaremos mucho en poder volver a disfrutar, en el caso de
que pueda volver a ocurrir esto de reunir a un grupo de jugadores de tanta
calidad.
Dicho esto creo que desde hace ya un
tiempo el tema de la selección va en caída libre por muchos motivos. Desde Pepu
hasta la fecha se ha permitido que los entrenadores los pongan los jugadores y
el máximo responsable de ello es el presidente de la Federación Española, Sr.
José Luis Saez. Se han permitido toda una serie de caprichos a los jugadores
que acaban por debilitar exponencialmente a una selección que ha dado muchos
éxitos.
Se han tapado muchas cosas por los éxitos
deportivos conseguidos pero tarde o temprano pasan factura. No se pueden
permitir según qué cosas por mucho campeonato que se haya ganado después de
mostrar la peor cara y actitud en fases previas y demás. Ha habido cosas que se
han vendido en los medios como anécdotas graciosas cuando más bien eran cosas
intolerables para unos profesionales
El llamado “clan de la pocha” que los
medios han reído y han potenciado ha sido una de las causas por las que se
llega a la situación actual. Es evidente que los jugadores son los máximos
responsables (en este caso en grado máximo) de poner en la pista lo que hay que
poner y, por encima de todo, la ACTITUD que hay que poner para poder competir
en un campeonato como un Europeo o un Mundial. En todos los campeonatos ha
habido síntomas de prepotencia y de menosprecio a los rivales y ello ha
generado alguna derrota en condiciones no normales. Me refiero a que estamos
ante jugadores profesionales, que están en la selección y que deben un respeto,
para empezar, a los aficionados que los siguen, y para continuar al rival de
turno.
Los medios también han ayudado “ganando”
campeonatos antes de empezar y faltando, de este modo, al respeto a los equipos
rivales. Las retransmisiones tocan a veces el surrealismo, teniendo en cuenta
que normalmente consiguen el apoyo de entrenadores o jugadores de máximo nivel
que unas veces ponen un poco de cabeza en dichas retransmisiones y otras se
callan ante los comentarios de ciertos comentaristas que poco saben del deporte
que retransmiten.
A nivel estrictamente deportivo la
falta de actitud se ha visto reflejada en muchos campeonatos en forma de “NO
DEFENSA” o de jugadores “arrastrándose” por la pista. El aviso del primer
partido se vio ayer solidificado ante Italia, un equipo que anota fácilmente de
larga distancia. Esto ya se sabía antes de empezar el partido. Ayer mismo leía
en un medio de comunicación, que analizaba las claves del partido, que había
que ir con cuidado ya que Italia era una selección que anotaba desde fuera con
mucha facilidad y que una buena racha podía provocar muchos quebraderos de
cabeza. Pues eso, eso mismo fue lo que pasó. Sergio Scariolo también era
consciente del peligro de la selección italitana y avisó de ello, por esa razón
me parece todavía más increíble lo que ví ayer en la pista. Un gran acierto
exterior unido a una inexistente defensa llevaron al equipo a ir perdiendo el
ritmo del partido hasta terminar como un muñeco a manos de una Italia que se
creció y pudo hacer lo que quiso.
Lo que sale en prensa hoy tiene que ver
con los 34 puntos y 10 rebotes de Pau Gasol y que no pudo ser pese a esa gran
actuación. Yo, como entrenador, creo que no se puede competir en un campeonato
ante nadie sin una defensa decente y esa ayer no la vimos, y lo más preocupante
es que pudimos ver falta de orden y jugadores trotando.
Evidentemente hoy es fácil criticar a
la selección pero creo que hay unos mínimos y una imagen que hay que cuidar un
poco cuando se está jugando un Europeo. Sabemos que hay ausencias importantes
pero nada tienen que ver con la actitud, esa se tiene o no se tiene.
Hace algún tiempo me pidieron hacer una colaboración en un
proyecto sobre la Competición y la Formación del que resultó un vídeo que he
compartido en alguna ocasión. El autor del proyecto es Marc Forcada y pienso
que vale la pena perder unos minutos en verlo. Podréis ver el video al final
del artículo.
Llega Semana Santa y se para la competición para todo el
mundo. Todos los equipos buscan continuar el trabajo con campus, torneos y
otras actividades que no permitan a los jugadores "olvidarse" del trabajo hecho hasta el momento.
Infinidad de campus y torneos llenan las instalaciones
deportivas durante estas fechas. Hay quién aprovecha para viajar son sus
equipos a otros lugares del Estado o fuera de nuestras fronteras para
participar en torneos y conocer otras maneras de entender el baloncesto.
Por lo que respecta a los jugadores y jugadoras infantiles y minis, tenemos un
grupo reducido que forma parte de las respectivas selecciones autonómicas. Estas
selecciones van, por estas fechas, a jugar los Campeonatos de España de
Selecciones Autonómicas Infantil y Mini a las localidades de Zaragoza y la
gaditana San Fernando respectivamente. Cita anual para todas las selecciones
autonómicas y al mismo tiempo para todos los Directores Técnicos de los clubes
más potentes que buscan reforzarse con los mejores jugadores y jugadoras.
En este punto quiero poner el foco, ya que estamos en un momento en
que todo el mundo habla de la formación y la competición como elementos
incompatibles. ¿Realmente son elementos incompatibles?
Tenemos una competición (Minibásquet) en que, aparte de limitar la
participación de los entrenadores, se protege a los jugadores con un reglamento
en el que se "esconde" el resultado de
los partidos con el pretexto de que hay mucha competitividad. ¿Pero no es
cierto que estos campeonatos también son una competición en los que prima el
resultado por delante de otros aspectos formativos?
Probablemente nos tendríamos que poner de acuerdo en qué es realmente lo
importante en esta etapa de la formación del jugador. Pienso que, quizás, el
modelo de gestión de la formación-competición
lo tenemos un poco equivocado en el momento en el que no concuerda lo que
decimos con lo que hacemos.
¿De quién es realmente la culpa de estas incongruencias? Pienso que
hemos estado mucho tiempo echándonos la culpa los unos a los otros cuando en
realidad la solución es tan sencilla, y tan complicada al mismo tiempo, como
ponernos de acuerdo en qué y cómo debemos trabajar con los jugadores de base.
Desde los clubes, con sus directores técnicos o coordinadores, los directivos,
los entrenadores, los padres hasta la misma Federación, habría que colaborar
para hacer esta tarea de la mejor manera posible para el bien de los jugadores
y jugadoras.
Muchos entrenadores te hablan de formación y argumentan su trabajo con
resultados a nivel de clasificación diciendo que tienen que ganar por el
equipo, porque el equipo lo necesita. ¿Realmente lo necesita? ¿O es, quizás, el
ego del mismo entrenador el que lo necesita? ¿El entrenador busca el resultado
por el equipo o para promocionarse él mismo como entrenador? Con mejores
resultados estará en el grupo delantero de los equipos potentes de la categoría y eso le dará opciones de poder dar el salto a un equipo-club mejor y
promocionarse como entrenador. ¿Realmente creemos que el que gana más partidos
es mejor entrenador?
El baloncesto cambia de la misma manera que cambia la
sociedad y, lógicamente, esto incide en la manera en que enseñamos, ya que hemos
que tener en cuenta una serie de factores que antes no estaban presentes a la
hora de trabajar. De todos modos, creo que hay
detalles, la gran mayoría, que siguen siendo la base de la formación y éstos no
han cambiado.
Todos los que estamos en el mundo del baloncesto conocemos
casos de jugadores o jugadoras que en un momento dado de la temporada deciden
dejar de jugar o cambiar de equipo por diversos motivos. El motivo que te dan
los entrenadores en estos casos es que no quieren jugar al baloncesto. Quizás
los entrenadores no deberíamos plantear si hemos hecho todo lo posible para
conseguir no perder al jugador o jugadora. ¿Realmente hacemos todo lo que está en nuestras manos para no perder a
ningún jugador?
Creo que cuando nos deja un jugador tenemos una parte de culpa importantísima
ya que no hemos sido capaces de gestionar correctamente la situación.
En primer lugar creo que hay que explicar a todos los
actores que intervienen en la actividad cual será nuestro trabajo y cuales los
objetivos que queremos conseguir individualmente pero también del grupo,
independientemente de los resultados a nivel clasificatorios. De esta manera no
tendremos ningún sobresalto por motivos de falta de información.
Por otro lado debemos trabajar con los jugadores técnicamente pero también
emocionalmente para que entiendan el trabajo que están haciendo y sean capaces
de desligarlo de los resultados. Trabajemos la empatía, seamos cercanos al
tiempo que exigentes. El jugador debe sentirse apoyado en su trabajo para poder
dar el máximo de sí mismo y tener la motivación que buscamos.
Entonces, la competición es compatible con la formación? Bajo
mi punto de vista no solamente es compatible sino que es necesaria para la
formación del jugador, pero bien gestionada. La sociedad en sí comporta una
competición constante por lo tanto tenemos que preparar a nuestros jugadores
para esta competitividad pero sin perder de vista nuestros objetivos a nivel
formativo. La competición tiene que ser una herramienta más dentro de la
formación.
Us deixo un article que he fet pel diari digital MaresmEsport sobre la problemàtica creada amb l'aplicació de la nova Llei de l'Esport per part del Departament d'Ensenyament de la Generalitat a partir del pròxim 1 de gener de 2015. Fa temps que des dels estaments governamentals s’està al darrera de l’esport amateur, de formació. S’està al darrera dels clubs de formació, sense ànim de lucre. I s’està al darrera dels milers de persones que ocupen el seu temps en el seu hobby, tot i que ha requerit de cursos i formació per tal de tenir una titulació per poder exercir.
Aquestes persones, monitors, entrenadors, voluntaris, han passat, durant anys, hores i hores dedicades als seus respectius clubs amb l’únic afany de millorar ells mateixos i fer millorar els seus clubs i, el que és més important, els jugadors en formació. Potser s’ha oblidat que aquests grans de l’esport que tenim actualment van passar per per aquest esport de formació que ara intenten matar amb una llei molt poc lògica i poc flexible amb el que hi havia fins al moment. Una llei que ha fet, provablement, gent que no ha viscut aquesta realitat en el nostre esport. Quan he començat a escriure aquest article feia poques hores de la reunió informativa que s’havia dut a terme a la Sala d’actes de l’Hotel Plaza. Amb el pas de les hores les xarxes socials s’han omplert de manifestacions d’entrenadors indignats amb aquesta situació que ens toca viure, sobretot a partir de l’1 de gener.
L’explicació per part d’Ensenyament és que, tal com diu la llei, l’activitat que duen a terme els entrenadors des de sempre passa a ser considerada una professió. Però només en l’àmbit formatiu/acadèmic, vull dir que fan obligatori tornar a estudiar el que ja has estudiat i pagat anteriorment. Un cop tens aquest títol de grau mitjà o grau superior és necessari que estiguis inscrit en el Registre per tal d’estar “regularitzat”, ja que en cas que no sigui així estàs exposat a una sanció tant l’entrenador com el club.
Em venen moltes preguntes a la ment sobre aquesta agressió a un col·lectiu que per altra banda està ben preparat i sempre ha tingut la inquietud de formar-se constantment, ja sigui amb els cursos que s’organitzaven des de la Federació Catalana o be des de la Federeción Española (en el cas del Superior). Els entrenadors acostumen a invertir, a més del seu temps, diners per tal d’anar evolucionant en la seva formació i adaptar-se al temps i les novetats com ara les noves tecnologies. Tot això, d’un dia per altre, ja no serveix?
El fet de regularitzar la situació no em sembla malament si encetem la regularització en tots els seus àmbits. La pretensió actual és dotar aquesta activitat del rang de professió, però això vol dir contractes de treball, Seguretat Social, sous dignes com en tota la resta de professions? Si la pretensió és només regularitzar els títols dels entrenadors que ja han fet penso que el plantejament està fora de lloc.
El resum més clar del que significa per un entrenador el tenim en una carta que va publicar Basket Vallés, de la que reprodueixo un petit tros:
En fin, si quiero ahorrarme dolores de cabeza debo seguir los siguientes pasos:
1.- Me entrevistará un técnico en deportes y me asesorará sobre qué y cómo debo convalidar los títulos. La entrevista en cuestión vale 60 míseros eurillos y no da derecho a nada. También me harán una entrevista con 6 preguntas en plan concurso para calibrar mis conocimientos y experiencia. Digo yo que podrían mirar mi historial en la Federación. ¿Me pedirán mi trayectoria en el Supermanager también? 2.- Habrá que hacer una prueba de acceso. No sé si con mis michelines podré hacer virguerías como hacer 5 sentadillas consecutivas o cruzar la pista en 15 segundos pero me pondré a tono, ya me conoces. ¡Ah! La prueba vale 49€ ¡Se me olvidaba! 3.- Una vez haya superada la ardua prueba de acceso física (y haya abonado el dinero correspondiente) deberé pagar por la convalidación de los títulos que tengo y luego me dirán qué es lo que me falta para acabar de ser un Técnico Superior en Baloncesto -o algo así-, clases que deberé realizar en los institutos que a tal efecto destine Ensenyament pagando religiosamente por cada crédito. Vamos, que volveré a juntarme con la muchachada, hora del recreo, bocadillos, cigarros a escondidas y demás…. Solo nos salvaremos de todos estos clichés de instituto los que trabajemos, estudiemos o cuidemos a alguna persona que lo necesite -todo acreditado, claro-, el resto a las aulas, y nosotros a hacer las horas indicadas de manera semipresencial -que aún no sé como las haremos-. 4.- Con la titulación catalana concedida, todo pagadito y a buen recaudo, solo me quedará inscribirme en el Registro de Actividades del Consell Català de l’Esport y ya seré un entrenador profesional -almenos académicamente- aunque un colega me ha dicho que cuando estemos ‘fichados’ comenzarán a pedirnos IRPF, seguridad social y demás… ¿Después de todo esto crees que serán capaces Antonio? Podeu veure la carta sencera en aquest enllaç Aquest és el reflex del sentir dels entrenadors en aquest moment. Penso que la manera de fer aquesta regularització dista molt de ser lògica i està molt a prop de ser una agressió a un col·lectiu que, està demostrat, està ben preparat per fer la seva feina. Fins al dia d’avui tots hem tingut clar que el que fèiem era un hobby, més encara tenint en compte les “retribucions” que es perceben en el nostre esport. En tot cas volia fer una reflexió sobre el que ha passat en les últimes 24-36 hores després de l’inici de les reunions per explicar la nova situació.
Mucho se ha hablado y escrito sobre la
actitud, sobre la trascendencia que tiene en el “resultado” cuando existe esa
actitud y sobre qué te da o te quita. Jugadores con buena actitud pero
limitados técnicamente que superan con creces a jugadores técnicamente muy
buenos pero con una mala actitud. Voy a intentar plasmar mi pensamiento en este
post después de acabar unas fases para jugar al máximo nivel con el infantil
del club, en el que tengo el inmenso placer de formar parte del cuerpo técnico.
Estamos, desde hace ya algunos años, en
un momento en que cuesta mucho que los jóvenes jugadores vean y entiendan que
para mejorar es necesario el esfuerzo y una buena actitud. Quizás por ello es
por lo que cuando encuentras un equipo en que todos sus miembros se esfuerzan
día a día por mejorar ellos e intentan que el compañero también lo haga te
sorprendes. ¿Por qué es tan difícil hacer entender que sin esa buena actitud,
sin ese trabajo y sin ese esfuerzo no se evoluciona? Los jóvenes de ahora
piensan que ya saben lo necesario para jugar al máximo nivel. Piensan que
pueden dejarse ir en los entrenamientos y luego jugar los partidos a un gran
nivel. Probablemente sea producto de la cantidad de cosas a las que tienen
acceso sin esfuerzo en la actualidad. Están acostumbrados a pedir las cosas y
tenerlas sin tener que trabajárselo en absoluto. Como padre que soy me doy cuenta
de lo fácil que se les pone a los jóvenes actualmente para que puedan tener
acceso a todo o a mucho de lo que desean. Quizás sea por esa razón por la que
entienden que no necesitan esforzarse para conseguir un buen nivel cuando se
trata de deporte. Pero precisamente por eso, porque es deporte, es por lo que
se equivocan ellos y muchas veces también los padres.
Es muy difícil entrenar un grupo de
jugadores que no cree que el esfuerzo y la buena actitud sea el camino para la
mejora personal y grupal. Se hace inmensamente complicado el tratar de hacer
entender cómo deben entrenarse.
En el caso que me ocupa, que es un
equipo infantil de nueva creación en el club, estoy gratamente sorprendido
precisamente por esa actitud, esas ganas de querer mejorar cada día, no darse
por vencido nunca ante las adversidades. Como decía antes no hay mayor
satisfacción que ver a los jugadores luchando en cada acción, no dando ningún
balón por perdido por difícil que sea, tanto en los partidos como en los
entrenamientos.
Hemos jugado unas fases este fin de
semana en las que han derrochado intensidad en cada acción, han luchado todos y
cada uno de los balones sueltos, contra jugadores físicamente mucho más grandes
pero han ganado esos balones en la mayoría de ocasiones por la actitud
mostrada. Incluso en momentos complicados por ausencias de jugadores por
lesiones o faltas han continuado luchando y creyendo en ellos mismos. Solamente
puedo expresar mi satisfacción por la lección de saber estar que han dado estos
jugadores durante todo el fin de semana, sobre todo en los momentos
complicados.