lunes, 19 de marzo de 2012

Porqué todo el mundo sabe tanto de baloncesto cuando está en la grada?

Estamos acostumbrados en el mundo del deporte profesional a ver a individuos en la grada o, desde hace un tiempo, en los platós de televisión que no dejan de criticar y criticar a todo y a todos. Hay infinidad de programas actualmente de tertulias en que se pone a los pies de los caballos a deportistas, entrenadores y dirigentes. Todos estos opinadores tienen “su” razón aunque parece que sea la auténtica verdad de todo. Hemos llegado a extremos lamentables en que parece que todo vale con tal de criticar y malmeter. Al final lo que se está haciendo es destruir.

Hasta este momento solamente he hablado de deporte profesional pero ¿qué pasa en el deporte de formación?
Bueno, en el caso que me ocupa y teniendo claro que mi deporte, evidente, es el baloncesto puedo afirmar que pasa algo parecido. Cada fin de semana veo y llevo partidos de baloncesto de base y tengo que decir que hay una cantidad de entrenadores de nivel en las gradas que me impresiona. Es lamentable ver cómo continuamente y cada vez más se salta la figura del entrenador para decirle al jugador lo que tiene que hacer. Si eso es así en la pista ¿cómo debe ser en casa?
Es habitual ver en la grada papás que indican constantemente a sus hijos lo que tienen que hacer en la pista, corre, salta, pasa, tira, a ese no se la pases…
Los hay que “solamente” indican a sus hijos, los hay que indican a todo el equipo e incluso los hay que critican a los compañeros de equipo de sus hijos. Hay un amplio abanico de posibilidades, desde los que “compran” al jugador con cualquier tipo de premio por hacer tantos puntos hasta los que les dan hasta dinero por puntos anotados. ¿De verdad creen que eso es bueno para la formación del jugador?

En esta temporada en que llevo dos equipos de formación, un premini i un infantil, estoy viendo realmente que no vamos en la dirección correcta, estamos perdiendo el norte. Por un lado se critica al entrenador de turno porque no hace lo que cada uno cree que tiene que hacer y por otro lado se le dice al jugador lo que debe hacer porque el entrenador no se entera.
Sería bueno que cada uno hiciese su papel y de esta manera el jugador también podría tener claro qué es lo que debe hacer en cada momento.
Hacía años que no me veía obligado a llamar la atención a un jugador por estar mirando a la grada para ver qué le están diciendo desde allí. Este año lo he tenido que hacer en diversas ocasiones y con diferentes jugadores tanto en el premini como en el infantil. Los papás deberían saber cual es su papel en este sentido y dejar que el entrenador haga su trabajo y jugador disfrute de su deporte. La cuestión es muy sencilla si no gusta el trabajo que hace el entrenador, primero se habla con el entrenador, con el coordinador o con el director técnico y si no se está de acuerdo se puede cambiar de club sin problema al final de temporada. Lo peor del caso es que este trabajo que hacen estos padres con los jugadores, habitualmente en casa, hace muy complicada la tarea del entrenador en la pista, ya que un entrenador necesita que los jugadores crean en él.
Dejo aquí debajo un enlace a un vídeo que creo que es muy interesante y que refleja lo que ocurre en las gradas de los pabellones cada fin de semana. El problema es que cada vez pasa más…



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